En un artículo recientemente publicado por la revista Técnica Industrial, personal investigador de la Unidad de Conservación y Recuperación de Suelos (CoReS) del Departamento de Medio Ambiente del CIEMAT y de la empresa Green Oil Energy Systems (GOES), pone de manifiesto el interés que presenta la producción de biochar como alternativa de gestión de residuos, enmarcada dentro de la economía circular, y su aplicación en los suelos con un doble propósito: como enmienda, mejorando propiedades del suelo, junto a la fijación de carbono favoreciendo el papel de los suelos como sumidero contra el cambio climático.
Los resultados de la investigación realizada, en la que se han caracterizado distintos biocarbones procedentes del sector primario y de la industria agroalimentaria, de una determinada área geográfica, y producidos en condiciones de alta temperatura. Permiten reseñar que la diversidad de su origen no ha sido limitante a la hora de producir biochar y conseguir así ventajas medioambientales evidentes, además de la valorización energética de materiales que en otras circunstancias serían desechados. El biochar (o biocarbón) es un subproducto del proceso de pirólisis de grano fino, obtenido a partir de biomasa y residuos biodegradables, con un alto contenido de carbono orgánico y baja susceptibilidad a la degradación. En función del origen del residuo presentará una mayor o menor recalcitrancia, y unas propiedades concretas.
Sus características permiten utilizarlo en diversas aplicaciones tales como el tratamiento de aguas residuales o contaminadas, ya que el biochar actuaría como filtro, reteniendo metales pesados, así como contaminantes químicos; también podría reducir las emisiones de gases contaminantes en chimeneas industriales o ser utilizado en el sector ganadero, para el tratamiento de estiércol derivado de la actividad. El trabajo de investigación se centra en cómo diversos residuos pueden ser transformados en biochar, y posteriormente ser agrupados a partir de sus características físico-químicas, concretando sus usos potenciales como la recuperación de suelos, enmienda agrícola o sumidero de carbono.
La Unidad de Conservación y Recuperación de Suelos, dentro de sus actividades de recuperación, revalorización y reutilización de residuos orgánicos, consolida su colaboración con empresas e incrementa el conocimiento y la aplicación de productos como los biocarbones en la resolución de problemas ambientales.
Fuente: CIEMAT