Propuesta y análisis de estrategias de fertilización para reducir la contaminación por Nitrógeno del Mar Menor

Un equipo internacional liderado por científicos españoles de la UPM (Alberto Sanz-Cobeña y Luis Lassaletta) e INIA-CSIC (Benjamín Sánchez) ha publicado una investigación en la que se analizan las causas de los desequilibrios inducidos por la utilización de fertilizantes nitrogenados en el Mar Menor y ha evaluado distintas estrategias para reducirlos o evitarlos.

Imagen del Campo de Cartagena y Mar Menor captada por el satélite Sentinel-2 el 13/09/2019/COPERNICUS

La creciente demanda de alimentos ha provocado un incremento en el uso de fertilizantes para aumentar el rendimiento de las cosechas. Cuando este uso es excesivo, la sobrefertilización de los suelos determina desequilibrios en el ciclo del nitrógeno (N), al emitirse a la atmósfera gases de efecto invernadero y amoniaco y acumularse nitratos en los suelos que, por acción de la lluvia, contaminan las aguas y contribuyen a su eutrofización. La Región de Murcia es un ejemplo paradigmático de esta problemática ya que la sobrefertilización de sus tierras de cultivo ha provocado en los últimos años diversos episodios de contaminación del Mar Menor.

En este trabajo se han utilizado datos públicos para analizar la evolución de los flujos de N en el sistema agroalimentario murciano desde 1860 a 2018 y realizar una exploración del sistema agrario a través de distintas escalas espaciales (desde áreas de menos de 1 km2 a toda la región) y sistémicas (desde áreas de cultivo, pastos, zonas ganaderas o urbanas, hasta todo el sistema agroalimentario en su conjunto). Se ha constatado que en la actualidad existe un desacoplamiento en el balance de N entre las producciones agrícola y ganadera en la región de Murcia. Ello conduce a un exceso de N en ciertas zonas, conllevando consecuencias medioambientales adversas en áreas de gran valor ecológico. Por ello, se propone revertir esta situación mejorando el aprovechamiento de los estiércoles y purines procedentes de las explotaciones ganaderas, utilizándolos como abono orgánico en las áreas cultivadas.

Se ha realizado un análisis del impacto de ocho estrategias de fertilización basadas, bien en la reducción total o parcial de los fertilizantes sintéticos, tal y como propone la estrategia de la Unión Europea “De la “Granja a la mesa”, o bien en la aplicación de medidas tecnológicas para aumentar la eficiencia del uso de dichos fertilizantes. Este análisis combina la utilización de modelos que consideran la emisión a la atmósfera de sustancias tóxicas, como el amoniaco y los gases de efecto invernadero, la retención de N potencialmente lixiviable en el suelo, y las productividades de los cultivos implicados.

De todos los escenarios analizados, el más ventajoso es el que considera no utilizar los fertilizantes que contienen urea, pues supondría una notable reducción de las emisiones de amoniaco (52-86%) a la atmósfera, del N potencialmente lixiviable (15-21%) y de los gases de efecto invernadero (19%) con unas pérdidas mínimas de producción (0-2,5 %).

Otra conclusión importante del estudio es que es más útil concentrar los esfuerzos de reducción en cultivos concretos y en las áreas más problemáticas, en lugar de establecer reducciones genéricas en la región. A este respecto, se recomienda reducir el uso de los fertilizantes en los cultivos hortícolas y cítricos en régimen de regadío, ya que ocupan el 40% de la superficie cultivada y suponen el 67% del exceso de fertilización en la región, y tienen además una presencia notable en áreas muy cercanas al Mar Menor. Esta solución, unida a una mejora de las prácticas y un aumento de la circularidad, se alinea con las estrategias de la Unión Europea.

La metodología planteada en el trabajo puede ser aplicada a otras regiones para analizar diferentes escenarios para reducir los impactos adversos asociadas a una excesiva utilización de fertilizantes nitrogenados, minimizando así graves impactos medioambientales a nivel regional y local. Esta aproximación supone un avance hacia la evaluación de la sostenibilidad de forma integrada, considerando no solo los cultivos de forma individual sino los sistemas agroganaderos y agroalimentarios a escala regional.

Este trabajo se enmarca en el Proyecto Agroscena-UP de MCIU, PID2019-107972RB-I00 (IPs Alberto Sanz-Cobeña y Luis Lassaletta). Benjamín Sánchez fue cofinanciado además por el programa financiado por la Unión Europea EJP-SOIL, siendo coordinador científico de las actividades españolas relacionadas con este programa.

Referencia: Fertilization strategies for abating N pollution at the scale of a highly vulnerable and diverse semi-arid agricultural region (Murcia, Spain). Alberto Sanz-Cobeña et al 2023. Environ. Res. Lett.

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